La Dieta Mediterránea: ¿En que se basa?
La dieta mediterránea es una pauta nutricional caracterizada por la utilización del aceite de oliva como fuente de grasa, un abundante consumo de vegetales, cereales; presenta un bajo consumo de pescado, huevos y productos lácteos, carnes rojas y dulces acompañando esta ingesta con una cantidad moderada de vinos en las comidas.
Las pretensiones de esta dieta son conseguir un estado de vida equilibrado en la que están presentes recetas, costumbres, productos típicos, formas de cocinar junto con la practica de ejercicio físico diario. Las cantidades y aportes energéticos son:
- Hidratos de carbonos: Deben satisfacer el 50% de las demandas energéticas diarias. Conviene que sean carbohidratos complejos (pan, pasta, arroz, patata).
- Grasas o lípidos: Deben satisfacer el 35% de las demandas energéticas diarias.
Se recomienda el consumo de grasas vegetales (frutos secos y aceite de oliva), y grasas animales procedentes del pescado azul.
- Proteínas: Deben satisfacer el 15% de las demandas energéticas diarias, siendo más completas las proteínas de origen animal (huevos, leche, carne, pescado..). Sin embargo, la combinación adecuada de productos de origen vegetal aportarán una proteína de calidad similar a la animal.
Dentro de la dieta mediterránea se ha establecido la siguiente pirámide de los alimentos con el fin de ordenarlos y clarificarlos en función de cómo de recomendados estén y de la frecuencia con la que éstos deben ser consumidos:
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